Por Darci Swisher | Corresponsal
El Obispo José Vásquez bendijo la expansión de la St. John Paul II Residence for Priests el 27 de agosto, marcando la compleción de un elemento integral de la campaña Encontrando a Cristo.
“Quiero expresar mi gratitud a Dios por tener tan maravillosa residencia para sacerdotes retirados, aquí en Georgetown,” dijo el Obispo Vásquez durante la bendición, la cual fue privada para asegurar la salud y seguridad de los residentes durante la pandemia. “Este es un gran lugar para que nuestros sacerdotes vengan y pasen sus años más maduros en comunidad y oración después de haber servido por tanto tiempo en las parroquias en nuestra diócesis.”.
Una suma de $2 millones de la campaña de Encontrando a Cristo fue direccionada hacia la construcción de cuatro nuevos dúplex, lo que aumentó la capacidad d la residencia a 23 personas. Cada nueva unidad cuenta con una cocina, recámara y un estudio, y lleva el nombre de un santo.
“Gracias a todos los que donaron a la campaña de Encontrando a Cristo por hacer estas adiciones posible,” dijo el Obispo Vásquez.
La Diócesis de Austin tiene, en la actualidad, 38 sacerdotes retirados, con un número adicional de 40 hombres a diez años de la edad de retiro. El avance de edad del presbiterado fue lo que incitó la expansión. La residencia ha tenido una lista de espera en el pasado, dijo el Diácono Mike Aaronson, que sirve como ministro para sacerdotes retirados en la diócesis.
Los sacerdotes diocesanos se mueven de parroquia a parroquia, y rectoría a rectoría durante sus años de ministerio activo pero están solos, sin esposa o hijos que los cuiden durante el retiro, dijo el Diácono Aaronson.
La St. John Paul II Residence for Priests “les da comunidad, y pueden tener tanta comunidad como deseen,” dijo. “Es mucho como un hogar para ellos”.
Aquellos viviendo en la residencia pueden celebrar Misa y tener comidas sanas juntos, así como disfrutar el compañerismo. Muchos continúan asistiendo a parroquias mientras que son físicamente capaces, aunque el Obispo Vásquez les ha pedido que permanezcan “a salvo en casa” debido a su susceptibilidad al COVID-19.
El Padre Samuel Hose es el residente más nuevo de la comunidad, habiéndose mudado después de haberse retirado el 6 de julio. Él, originalmente planeaba permanecer en Lakeway, donde fue pastor de Emmaus Parish por 13 años.
“Vine a visitar y decidí que era la mejor opción para mí en este momento,” dijo. “Hay vida comunitaria. Al mismo tiempo, nuestras unidades individuales en los dúplex nos permiten tanta privacidad como sea necesaria”.
Aunque el Padre Hose goza de buena salud, él se da cuenta de los beneficios de vivir en comunidad si llegara a necesitar apoyo adicional en el futuro. El Diácono Aaronson, que tiene una oficina en el sitio, echa un ojo a los residentes y los lleva con frecuencia a citas médicas.
“Aprecio al personal aquí,” dijo el Padre Hose. “El Diácono Mike Aaronson es un hombre dedicado y maravilloso. También estoy muy agradecido con los cocineros y las(os) amas(os) de llaves por su excelente apoyo. La cocinera regular hace una magnífica salsa, y se asegura de que yo tenga una porción adecuada de ella desde que le dije lo buena que era”.
La expansión completa la St. John Paul II Residence for Priests, la cual fue cons-
truida en 2005 y es la única residencia para sacerdotes retirados en la diócesis.
En el día de la bendición, el Diácono Aaronson caminó por los terrenos con el Obispo José Vásquez “Él solo continuaba diciéndome ‘estoy orgulloso de esto.
Estoy orgulloso de este lugar’. Por que está cuidando a sus sacerdotes retirados”.