El 11 de noviembre, el Santo Padre, el Papa Francisco, me nombró administrador apostólico de la Diócesis de Tyler. Con estas responsabilidades adicionales, sigo siendo Obispo de la Diócesis de Austin, y he comenzado a distribuir mi tiempo entre aquí y Tyler.
Aunque este nombramiento afectará mi presencia en eventos y celebraciones dentro de la Diócesis de Austin durante un tiempo, me esforzaré por estar presente con ustedes siempre que sea posible. Les pido su comprensión y paciencia, ya que puede ser necesario que haga algunos ajustes de mi agenda pastoralmente sensibles para el bien de los fieles en Austin y Tyler.
Tengan la seguridad de mi intención de brindarles continuo apoyo espiritual a ustedes, nuestros sacerdotes, diáconos, seminaristas y mujeres y hombres consagrados. Oremos unos por otros y por el Pueblo de Dios en la Diócesis de Tyler mientras esperan el nombramiento de su nuevo obispo.
Que el Señor Jesús los bendiga a ustedes y a sus familias con bondad y paz.