Hoy celebramos la Solemnidad de Todos los Santos, que es un Día de Precepto.
Nuestro Santo Padre, el Papa Francisco, dice "La Solemnidad de Todos los Santos es "nuestra" fiesta: no porque seamos buenos, sino porque la santidad de Dios ha tocado nuestra vida. Los santos no son figuritas perfectas, sino personas atravesadas por Dios".
En este día, honramos a todos los hombres y mujeres que han sido recibidos por Dios en el cielo y que la Iglesia ha canonizado como santos. Estos santos pusieron a Dios, nuestro Padre, en el centro de sus vidas, honrándolo a través de la oración, la predicación, la enseñanza, el cuidado de los necesitados y en la realización de milagros. Algunos de ellos sufrieron persecuciones e incluso el martirio en nombre de Cristo. Al celebrar esta fiesta en la Misa, recemos por estos hombres y mujeres y pidamos por su intercesión para que nos guíen hacia una vida de santidad al servicio de los demás.
Mañana celebramos la fiesta de Todos los Fieles Difuntos. "Que las almas de los fieles difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz".