El sábado pasado, celebré misa con 95 hombres que se encuentran discerniendo su vocación. Asistieron jóvenes de escuela preparatoria así como profesionales de carrera. Muchos de estos hombres fueron invitados después de haber sido identificados por sus sacerdotes, familia y parroquianos durante el Domingo del Llamado. Todos estos hombres comparten un deseo común de discernir la voluntad de Dios en sus vidas. Hermanos y hermanas, todos estamos llamados a promover una cultura de vocaciones en nuestra Iglesia. Oremos por estos hombres mientras continúan reflexionando sobre su vocación y por más vocaciones al sacerdocio y la vida religiosa.
El domingo celebré el Rito de Elección con más de 400 catecúmenos de toda la Diócesis. El Rito de Elección se lleva a cabo el primer Domingo de Cuaresma. Este ritual marca la entrada de los catecúmenos a la fase final de su preparación para recibir los Sacramentos de Iniciación (Bautismo, Confirmación, Eucaristía), usualmente en la Vigilia Pascual. Después del Rito de Elección, son llamados “elegidos,” ya que han sido elegidos por la Iglesia para convertirse en miembros. Estos “elegidos” han estado en un viaje y ahora ese viaje se intensifica en las semanas previas a la Vigilia Pascual. Juntos con nuestros “elegidos” y con Católicos de todo el mundo, oramos para profundizar en nuestra fe, crecer en santidad y fortalecer nuestra relación con Dios.
En el Miércoles de Ceniza comenzamos nuestro viaje Cuaresmal recibiendo las cenizas como un signo visible de nuestra fe. Las cenizas nos recuerdan sobre la temporada en la que estamos entrando y la oportunidad de evaluar nuestra vida con el Señor Jesucristo. Ante el Señor, somos débiles, pobres y necesitados. Jesús nos mira con compasión invitándonos a confiar en su misericordia. Hermanos y hermanas, que Dios nos conceda las gracias cuaresmales que traerán conversión a nuestras vidas.