El término “discernimiento” viene del significado de la palabra “cerner.” Involucra separar de las diferentes voces que nos llaman, para poder escuchar la voz de Dios. También significa cerner, depurar de nuestros propios pensamientos, sentimientos, deseos y motivaciones para descubrir dónde es que Dios nos está llevando. Sin embargo, ¡el discernimiento no es simplemente un ejercicio duro! Es primero, y antes que nada, buscar no una respuesta sino una persona, Aquél que es la Respuesta. El discernimiento requiere una relación con Dios que se riega constantemente a través de la oración. La oración entonces, nos lleva a tomar pasos para responder a lo que el Señor nos está invitando. El orar, entonces, lleva naturalmente a la acción, y esa acción lleva de regreso a la oración. Un buen discernimiento siempre tendrá esos dos elementos.
Un discernimiento diligente debe involucrar la oración, pero no puede parar ahí. Mientras más crecemos en intimidad con Dios en oración, más comenzaremos a sentir el deseo de hacer algo para responder a la gracia que Dios nos está dando. Tenemos que tomar pasos activos para permitir que Dios confirme la dirección en la que sentimos que Él nos está llevando…o que nos lleve en una dirección diferente. Uno de estos pasos es aprender sobre las diferentes vocaciones a las que usted puede ser llamado: encontrará esa información en las páginas de hombres y mujeres de este sitio. Abajo hay muchas maneras importantes de poner su discernimiento en acción.