Por Mary P. Walker | Corresponsal
El Obispo José Vásquez ordenará al Diácono Henry Finch al sacerdocio el día 8 de junio a las 10:30 a.m. en St. Louis King of France Parish en Austin.
El Diácono Finch, de 27 años, es el hijo de Santley y Linda, y tiene dos hermanas menores. Creció en San Marcos, en una familia unida que disfruta pasar tiempo junta.
Sus padres tomaron con seriedad la formación en la fe de sus hijos. Ellos eran miembros activos en una iglesia Bautista, y el Diácono Finch fue a una pequeña escuela Cristiana hasta el octavo grado. Entonces asistió a la escuela pública, graduándose de San Marcos High School como el Valedictorian de su clase. Durante su último año, el Diácono Finch fue a su primera Misa invitado por amigos. Aunque no era Católico en ese momento, le intrigó el sacerdocio.
“Me preguntaba si esto era algo que Dios quería para mí. Esta curiosidad me llevó a explorar la fe Católica en todas sus dimensiones,” dijo. Sus padres, aunque no son Católicos, lo han apoyado en su viaje espiritual.
Después de la preparatoria, él asistió a la Universidad de Texas A&M en College Station, donde su discernimiento lo llevó a explorar más el Catolicismo a través del proceso del Rito de Iniciación Cristiana para Adultos (RCIA por sus siglas en inglés) en el St. Mary Catholic Center. Hizo su profesión de fe como un Católico en la Vigilia de Pascua de 2011.
Aún antes de unirse a la iglesia, el Diácono Finch estaba tratando de escuchar la voz de Dios sobre cómo servirlo mejor en el futuro. En St. Mary, él recibió la dirección espiritual del entonces Sacerdote (ahora Obispo) David Konderla, que era el pastor en ese momento. La oración por la gracia para conocer su propia vocación, junto con la guía del Obispo Konderla y el testimonio vivo del ministerio sacerdotal, clarificaron el propio llamado del Diácono Finch.
Con un crédito de colocación avanzada, pudo graduarse en dos años con una licenciatura en historia con una especialización en economía. Después de ser aceptado como seminarista de la Diócesis de Austin, asistió por primera vez al Holy Trinity Seminary en Irving. El Diácono Finch completó sus estudios y formación para la ordenación en el Pontifical College Josephinum seminary en Columbus, Ohio. Si bien encontró desafíos para adaptarse a la vida comunitaria del seminario, también disfrutó de las amistades que hizo con hombres de diferentes orígenes, intereses y fortalezas, unidos en su compromiso de servir a Cristo y a su iglesia. También disfrutó del trabajo académico, especialmente estudiando filosofía y teología, así como las oportunidades para el ministerio. El Diácono Finch reconoce que las consecuencias y la sanación del abuso sexual y los escándalos de abuso de poder que enfrenta nuestra iglesia llevarán años. Esto tendrá un efecto continuo no solo en los sacerdotes actuales, sino también en los recién ordenados.
“Dios está llamando a esta generación de sacerdotes a ayudar a renovar y purificar la iglesia. Este no es un desafío asumido por la habilidad personal, sino por la confianza en la gracia divina,” dijo el Diácono Finch. Como sacerdote, espera con ansia celebrar la Misa y el sacramento de la reconciliación. Explicó que en estos momentos es cuando el sacerdote actúa en la persona de Cristo, y es claramente un mediador para hacer que la gracia de Dios obre de manera especial. Un Eagle Scout, el Diácono Finch disfruta de actividades al aire libre, y es un músico consumado, que toca el piano y el órgano.
Cuando se le preguntó qué consejo daría a un hombre o mujer joven que están considerando el sacerdocio o la vida religiosa, el dijo, “Atrévanse. Comprométanse. Crean que Nuestro Señor nunca será superado en gene-
rosidad. Con demasiada frecuencia esperamos una señal innegable y absoluta de Dios. No es así como él generalmente trabaja. Él demanda confianza y quiere dar la totalidad de la vida a sus hijos e hijas”.