El 20-21 de enero, les he pedido a nuestros sacerdotes parroquiales que participen en nuestra cuarta anual Domingo del Llamado. Desde la eternidad, Dios nos conoce a cada uno de nosotros por nuestro nombre y tiene un llamado particular para que lo sigamos. El Domingo del Llamado se trata de el escuchar y responder al llamado de Dios.
Las lecturas del próximo domingo se centran en el tema de la vocación, y he pedido a nuestros sacerdotes que compartan su propia historia de vocación durante la homilía. Mientras escuchan la Palabra de Dios proclamada en la Misa y reflexionan sobre la historia de vocación compartida por su sacerdote, por favor, consideren lo siguiente:
Para aquellos de ustedes discerniendo la vocación de su vida, estén abiertos al llamado de Dios al sacerdocio o a la vida religiosa. El llamado de Dios es un don maravilloso – ¡Sean valientes y abiertos a su llamado! Jesús vino para que tengamos vida y la tengamos en abundancia – no tengan miedo. Si Dios los está llamando al sacerdocio o a la vida religiosa, entonces nada menos que eso los satisfará.
Por favor, piensen en los hombres y mujeres que conozcan y que crean que podrían tener un llamado al sacerdocio o la vida religiosa. Mientras que Dios es quien llama, con frecuencia usa nuestra voz. Por favor, ayúdenos a alcanzar a aquellos individuos y vengan el próximo fin de semana preparados para compartir su(s) nombre(s) e información de contacto para que una carta de ánimo les sea enviada.
Hermanos y hermanas, con la bendición de Dios y su ayuda, podemos hacer del Domingo del Llamado un gran éxito. Que todos escuchemos el llamado de Dios y lo sigamos a donde nos guíe. Tengan la seguridad de mis oraciones por ustedes mientras continuamos construyendo una cultura de vocaciones en nuestra diócesis.