Durante este tiempo santo de Cuaresma, estamos invitados a tomar el camino del Señor y hacerlo nuestro. Nos unimos a Cristo y entramos en el misterio de su muerte y resurrección. El recibir las cenizas y ser marcados con la señal de la cruz en la frente es un recordatorio de este penitencial tiempo de gracia. La Cuaresma es un tiempo de renovación que nos permite que nuestro salvador, Jesucristo, nos restaure y renueve para que podamos llevar a cabo su misión.
En la Diócesis de Austin, laboramos juntos con un mismo propósito y una visión para continuar la obra de Dios en construir el Reino de Dios. Gracias por su generosidad con la Campaña de Servicios Católicos la cual permite que la diócesis continue esa misión. El tema de este año, Cristo renueva todas las cosas, me recuerda que no hay sufrimiento que Jesús no haya soportado ya en la Cruz; y no hay desolación que no pueda ser redimida por su Resurrección.
Al recorrer nuestro camino de Cuaresma, usted y sus seres queridos estarán en mis oraciones. Que la Santísima Madre interceda por nosotros y nos acerque a su Hijo.